lunes, 9 de noviembre de 2009

Claves de la política energética española

Claves de la política energética española

Sebastián: "Durante los últimos años estamos apostando por nuevos yacimientos energéticos autóctonos: el ahorro, la eficiencia y las tecnologías renovables, cuyo desarrollo contribuye de manera decisiva a reducir nuestra elevada dependencia energética del exterior".


06/11/2009 (Noticia leida 343 veces)

MITYC- La política energética española es una firme apuesta por la sostenibilidad, vista tanto desde el punto de vista medioambiental como desde los enfoques económico y social, según explicó el ministro de Industria, Turismo y Comercio en su intervención del martes en el acto de entrega de los Premios de la Energía 2009.

Sebastián manifestó que el diseño de la política energética española está a la vanguardia de las iniciativas energéticas mundiales, como así es reconocido en los países energéticamente más avanzados, que se fijan en el caso español como modelo.

Una de las consecuencias de que nuestro modelo energético se encuentre en la avanzadilla de las políticas energéticas mundiales, añadió el ministro, es que sus vectores están dirigidos a afrontar con éxito los retos de los próximos años, al conjugar una apuesta decidida y firme por el ahorro, la eficiencia y las energías renovables, por la liberalización de los mercados y por la interconexión con los mercados de nuestro entorno.

A este respecto, Sebastián recordó que en España hay instalados 47.000 MW de tecnologías renovables, lo que ha permitido que en los meses acumulados desde inicios del 2009 hayan aportado alrededor del 25% de la producción eléctrica, alcanzando algunos días, como el viernes 23 de octubre, el 50%.

Reducir las emisiones, objetivo principal

En vísperas de la celebración de la Conferencia de Copenhague sobre cambio climático, Miguel Sebastián explicó con detenimiento la preocupación gubernamental por reducir las emisiones contaminantes, aspecto sobre el que dijo que no sólo es necesario que se involucren todos los países, sino también todos los sectores de la vida económica.

Según explicó, desde un punto de vista económico, se puede diferenciar entre aquellas emisiones cuya reducción no sólo es muy barata, sino que incluso puede representar una ganancia neta para quienes la llevan a cabo, entre las que se encuentran el cambio de hábitos personales para ahorrar energía y gastarla en menor cantidad y más racionalmente; y aquellas otras, ligadas generalmente a los sectores industriales, en las que la reducción de emisiones de CO2 requiere de importantes inversiones que, sin embargo, acaban siendo provechosas.

Respecto a la relación entre las políticas medioambientales y sus costes, Sebastián quiso dejar bien claro que no comparte la opinión de quienes creen que lastran el crecimiento económico y el empleo y, por el contrario, aseguró que deben convertirse en uno de los elementos de nuestro crecimiento futuro.

En este sentido, señaló a modo de ejemplo que España necesitó importar el año pasado 45.000 millones de euros de productos energéticos para satisfacer su demanda, es decir, toda la renta generada por la industria española del automóvil. Un aumento en el precio de 10 dólares por barril, representaría 7.300 millones de euros adicionales al año, una cantidad similar a la inversión anual en I+D+i de todas las administraciones públicas de España.

La reducción del consumo y de las importaciones energéticas "es una magnífica política económica que no sólo no lastra nuestra economía, sino que la fortalece", concluyó.

Por otro lado, recordó que España ha asumido el compromiso de que en 2020 las fuentes renovables representen el 20% del consumo de energía final, incluida la obligación de que ascienden al 10% en el transporte, y que el suministro de las fuentes renovales en el sector eléctrico represente al menos el 40% en esa fecha.

Asimismo, indicó que España ha asumido el compromiso de reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero del 21% en los sectores sujetos a directivas y del 10% en los sectores denominados difusos, lo que de manera combinada arroja un objetivo de reducción del 15% de las emisiones en 2020 respecto a los valores de 2005.

Sobre los combustibles fósiles

Entre los sectores que deben involucrarse en la lucha contra el cambio climático, el ministro destacó la importancia del sector petrolero, argumentando que se trata de una actividad que está llamada a jugar un papel muy importante en este campo a través de la provisión de tecnología y depósitos para la captura y el almacenamiento de CO2 -los pozos petrolíferos agotados son un emplazamiento perfecto para este fin.

En relación con el carbón, recordó que se trata del único combustible fósil autóctono español y que, por lo tanto, tiene carácter estratégico en el capitulo de la seguridad del suministro. Sebastián afirmó que la política de Industria respecto al carbón se encuadra en dos coordenadas: por un lado, el estricto cumplimiento del Plan de la Minería del Carbón 2006-2012 y, por otro, en la apuesta por la tecnología de captura y almacenamiento de CO2, los dos principios que garantizan un suelo en el consumo del carbón nacional.

Hacia un nuevo modelo energético

Sebastián insistió en la necesidad de cambiar de modelo energético por imposición de las nuevas circunstancias mundiales, un modelo que, de forma global, se fije en la reducción de las emisiones y, de forma particular para España, tenga como objetivos la competitividad, la seguridad del suministro y la protección del medio ambiente.

La política energética española se nutre de un conjunto de objetivos y líneas de actuación que va a contribuir a fomentar el empleo y a propiciar desarrollos tecnológicos que mantendrán a España en la primera fila de las políticas energéticas mundiales.

El titular de Industria recordó que el Gobierno ha puesto en marcha medidas liberalizadoras y de fomento de la transparencia, como la liberalización de los mercados de electricidad y de gas, el establecimiento de la tarifa de último recurso, la eliminación del déficit tarifario, y la exclusión del mayor coste del sistema extrapeninsular o la financiación de las actividades del Plan General de Residuos radiactivos, que están pensadas y diseñadas para ésa finalidad.

Pero el Gobierno también ha trabajado en otros ámbitos y "durante los últimos años estamos apostando por nuevos yacimientos energéticos autóctonos: el ahorro, la eficiencia y las tecnologías renovables, cuyo desarrollo contribuye de manera decisiva a reducir nuestra elevada dependencia energética del exterior", dijo.

La adopción de políticas activas en materia de ahorro y eficiencia ha dado sus frutos, ya que en los últimos cinco años se ha conseguido invertir la tendencia de la intensidad energética y desde 2004 el crecimiento del consumo de energía primaria ha estado en cada ejercicio por debajo del crecimiento del PIB real, lo que ha reducido la intensidad energética de nuestra economía en un 12 por ciento.

"En España hemos hecho una apuesta de política energética que no sólo es sostenible medioambientalmente, sino que también lo es económica y socialmente. Es la apuesta por el ahorro, la eficiencia y las energías renovables, por la liberalización de los mercados, y por la interconexión con los mercados de nuestro entorno. En estos ejes vamos seguir trabajando durante los próximos años", concluyó Sebastián.

FUENTE:
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Saludos
RODRIGO GONZALEZ FERNANDEZ
DIPLOMADO EN RSE DE LA ONU
DIPLOMADO EN GESTION DEL CONOCIMIMIENTO DE ONU
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