Alfredo García Aránguez
Consejero director general de Elcogas
Madrid, Modem Press
Alfredo García Aránguez, consejero director general de Elcogas, S. A., se muestra orgulloso de la trayectoria de la empresa que dirige en su lucha por paliar la contaminación de las centrales térmicas. Ahora tienen al CO2 y su captura en el punto de mira. Una batalla de la que «si salimos triunfantes estará asegurado el futuro» del carbón. «Somos una empresa pionera», explica García Aránguez. «En los noventa, cuando empezamos, esta tecnología de gasificación del carbón estaba en mantillas. Había centrales en construcción, pero no había ninguna en funcionamiento». Elcogas pretende estrenar en aproximadamente un mes la primera planta experimental de captura de CO2, localiza en Puertollano, en Ciudad Real.
-Elcogas lleva ya casi tres lustros investigando y poniendo en práctica sus avances en la reducción de emisiones de gases contaminantes.
-Cuando empezó este proyecto, a principios de los noventa, no existía el problema del cambio climático. El problema de contaminación eran los gases ácidos como el óxido de azufre, óxido de nitrógeno y la materia particulada, que eran los causantes de lo que se denominó la lluvia ácida. Contra eso es contra lo que se diseñó y contra lo que empezó a trabajar Elcogas, porque el tema de los gases de efecto invernadero, como el CO2, es algo que ha aparecido últimamente.
-Y una vez minimizada la emisión de esos gases ácidos la lucha de Elcogas se centra ahora en la captura de CO2.
-Así es. Nuestra planta piloto demostrará que con la tecnología existente se puede capturar el CO2, producir hidrógeno de manera industrial y seguir produciendo electricidad normalmente. Hay que tener en cuenta que en la planta piloto sólo vamos a tratar el 2 por ciento de los gases que se emiten normalmente en la central y con esta cantidad vamos a producir 2 toneladas diarias de hidrógeno con una pureza del 99 por ciento. Con estas dos toneladas saturamos ya el mercado del hidrógeno transportado en camiones en España. Si produjéramos con el cien por cien del torrente de gases ese hidrógeno inevitablemente tendría que ser utilizado en la turbina del torrente de gases como un combustible más con el que producir electricidad.
-¿Este proyecto es totalmente diferente al de la ciudad de la energía de Ponferrada?
-Allí se tratan los gases en precombustión con una caldera que trata el carbón pulverizado con oxicombustión, con oxígeno en vez de con aire, por lo que mueve mayor caudal de gases y por ello la separación tiene que hacerse en una planta mucho mayor, porque el caudal de gases es superior. Nosotros al hacerlo también en precombustión, la planta puede ser más pequeña porque el caudal de gases es mucho más reducido.
-Incluso el proyecto de Elcogas podría correr peligro si la Unión Europea no da una serie de ayudas a las que, por otro lado, no parece muy proclive.
-Afortunadamente estamos incluidos en el real decreto de restricciones por garantía de suministro que acaba de aprobar el Gobierno para las centrales que utilicen carbón nacional y esperamos que con este empujón nos convirtamos en una empresa que tenga viabilidad económica además de la viabilidad técnica, que creo que estamos demostrando.
-¿El futuro del carbón pasa por el desarrollo de proyectos como el de Elcogas?
-Proyectos como éste y como el de Ciuden de León aseguran el futuro para el carbón español y para las cuencas mineras de Asturias, León, Teruel o Puertollano, porque son el seguro para la presencia del carbón en el mix energético. El carbón es el único combustible fósil del que disponemos y por ello es estratégico; nos da independencia y seguridad en el suministro. Es una fuente energética abundante, porque hay reservas para 200 años, y además es barato respecto a otras fuentes de energía. En el mix de producción de energía de un país tiene que haber de todo: renovables, nucleares, gas y, por supuesto, carbón.
-¿Cuándo estarán listas estas tecnologías de combustión limpia de carbón para ser utilizadas de manera masiva y a costes asumibles?
-La experiencia nos dice que la primera generación de una tecnología tarda en asentarse entre diez y quince años y luego las sucesivas incorporaciones son cada vez más cortas en el tiempo. Yo creo que esta tecnología está madura para empezar la segunda generación, por lo que hablamos del 2015 o, a lo sumo, el 2020. A partir de ahora cualquier combustión de carbón va a tener que añadir el tema de la captura de captura de CO2. Lo tenemos que ir añadiendo a la dieta de las centrales ya.
-¿Y entonces el carbón será una energía renovable más?
-Hombre, tanto como una energía renovable igual no, pero en una década sí que será una energía limpia que pasará a competir de igual a igual con el resto de energías.