El mundo avanza en la dirección equivocada
Lo dice la Agencia Internacional de la Energía en su informe ETP-2010, presentado hoy en Madrid: de 1990 a 2000 las emisiones de CO2 aumentaron a un promedio de un 1,1% anual; de 2000 a 2007, un 3% por año. La AIE advierte que esta tendencia es absolutamente insostenible. También explica en el nuevo informe cómo ponerle freno y lograr que en 2050 las emisiones de CO2 sean la mitad que las de 2005."Lograr esta reducción será un desafío y exigirá inversiones considerables. Pero los beneficios en cuanto a resultados ambientales, mayor seguridad energética y menores facturas por energía también serán considerables", ha señalado el director ejecutivo de la AIE, Nobuo Tanaka, en la presentación del informe Energy Technology Perspectives 2010 (ETP-2010) esta mañana en Madrid, en el Ministerio de Industria.
La AIE distingue en ETP-2010 dos escenarios. Uno, el inicial (Business as usual), en el que la tendencia actual se emisiones de CO2 se mantiene y se duplican para 2050; otro, el Blue map, en el que se logra un compromiso real de reducción de emisiones y éstas son la mitad que en 2005.
En el primer escenario, el precio del barril de crudo pasará de los actuales 78 dólares a 120 dólares, mientras que en el Blue map habrá un repunte a 90 dólares y una caída hasta 70 dólares en 2050. ¿Y quién se llevará los beneficios? Con un Business as usual, serán para los países productores; con el Blue map recaerán sobre los consumidores", ha afirmado Tanaka.
Dentro del Blue map, el informe distingue dos posibilidades: una en la que la nuclear tiene una fuerte presencia, y otro con predominio de las renovables (estas fuentes representarían un 48% de la generación de electricidad). Entre uno y otro escenario hay diferencias de hasta el 20% en los costes, siendo más caro es el de las renovables. "La cuestión ha matizado Tanaka es cuánto más se quiere pagar una electricidad más limpia".
En cualquier caso, Tanaka considera que "será necesario recurrir a todas las fuentes de energía. En el caso de los combustibles fósiles, el futuro pasa por la captura y secuestro de CO2".
Gestionar mejor la energíaReducir la intensidad energética es el otro gran pilar sobre el que se asienta la propuesta de la agencia. De hecho, el informe indica que "aumentar la eficiencia energética ofrece las mayores posibilidades de reducir las emisiones de CO2 y debe ser la prioridad de primer orden en el corto plazo".
En este sentido, la AIE indica que se empiezan a detectar las primeras señales positivas, y "la mejora en la tasa de eficiencia energética en los países de la OCDE ha ampezado a acelerarse otra vez, tras muchos años de aumentos moderados". También destaca que las inversiones en energías renovables, sobre todo eólica y solar, están aumentando de manera considerable.
Insiste, no obstante, la AIE en que las tencencias actuales en energía y emisiones de CO2 "son directamente contrarias a las reiteradas advertencias del IPCC", afirmando que la siguiente década es decisiva. "Si las emisiones no alcanzan su punto máximo alrededor del año 2050 y disminuyen a un ritmo constante a partir de esa fecha, alanzar la reducción del 50% necesaria para el año 2050 será mucho más costoso. De hecho, la oportunidad puede perderse del todo".
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