lunes, 21 de septiembre de 2009

ARDUAS NEGOCIACIONES PREVIAS A LA CONFERENCIA INTERNACIONAL DE COPENHAGUE.

ARDUAS NEGOCIACIONES PREVIAS A LA CONFERENCIA INTERNACIONAL DE COPENHAGUE.

Los titubeos de EEUU con el cambio climático frustran a Europa y la ONU

Obama no puede concretar su postura porque el Congreso evita el debate sobre el calentamiento.Ban Ki-moon exige liderazgo político y la UE lamenta la falta de compromiso de Washington.

21/09/2009 IDOYA NOAIN NUEVA YORK 

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La Administración de Barack Obama ha pasado del "sí se puede", el eslogan de su campaña electoral, al "no podemos", en lo que respecta a un renovado compromiso de Estados Unidos con la lucha contra el cambio climático. El giro ha desatado la frustración y preocupación de la Unión Europea (UE) y del secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, conforme avanzan los preparativos para la cumbre de Copenhague de diciembre. "Las negociaciones avanzan demasiado lentamente", afirmó la pasada semana el primer ministro sueco y presidente semestral de la UE, Fredrik Reinfeldt, tras la cumbre extraordinaria europea destinada a preparar la próxima reunión del G-20 de Pittsburgh (24 y 25 de septiembre). "Necesitamos señales más claras de EEUU", insistió Reinfeldt.

Los titubeos de EEUU no obedecen a la falta de voluntad de Obama. El problema es de política interna estadounidense. En junio, la Cámara de Representantes dio un histórico paso al aprobar la primera propuesta de ley federal en la historia de EEUU que pretende controlar la emisión de gases. Pero ese texto (que fija para el 2020 un objetivo de reducción del 17% respecto a los niveles del 2005 y del 80% para el 2050) es inane hasta que el Senado pase su propia ley, se consensúen las dos propuestas y se apruebe una ley en la que Obama estampe su firma.

TRAMITACION POSPUESTA Atrapado en un intenso debate interno sobre la reforma sanitaria, Obama ha visto cómo el Senado ha pospuesto la tramitación de la ley energética y de cambio climático. Sin una ley interna, Obama no puede poner nada sobre la mesa de negociación internacional. Y aunque se anuncia que Obama hablará de "responsabilidad global", su poder para exigir a otros queda extremadamente debilitado, y si no asume responsabilidades propias, dará argumentos a naciones que se niegan a actuar mientras no lo haga EEUU, que emite el 25% de los gases contaminantes.

PREOCUPACION Fuentes de la Administración han confirmado la imposibilidad de que Washington ofrezca compromisos concretos en cuanto a reducción de emisiones y respecto a financiación, tanto propia como para países en vías de desarrollo. Y eso explica la frustración de Ban Ki-moon, que esta semana expresó su "profunda preocupación porque las negociaciones no avanzan" y consideró "absoluta y crucialmente importante que los líderes demuestren voluntad y liderazgo".

Idéntico sentimiento existe al otro lado del Atlántico, donde se habla de insuficiente nivel de compromiso de EEUU. La UE ya se ha comprometido a reducir sus emisiones en un 20% en el 2020 respecto a 1990 y, si hay un acuerdo internacional, está dispuesta a recortar esas emisiones en un 30%. La intención de la UE es aprovechar la cumbre del G- 20 para presionar a Washington y a las nuevas potencias emergentes para que asuman un compromiso ambicioso de reducción de gases y de ayuda financiera a los países en desarrollo. "El clima está cambiando mucho más rápido de lo previsto", alertan desde Bruselas. La UE promueve que los países industrializados reduzcan sus emisiones de gases en "un 80% o más" en el horizonte del 2050, respecto a su nivel de 1990.

 
Renato Sanchez 3586 of.10
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