(La Tercera) Durante décadas se ha buscado poder determinar a ciencia cierta cuál es el lugar del planeta con mayor radiación solar. Y aunque en un comienzo se pensó que debía tratarse del Ecuador -donde el sol llega a la superficie de manera vertical-, recientes investigaciones apuntan a que es nuestro país y, en particular, el desierto de Atacama, el que concentra la mayor cantidad de radiación. No por nada diversos proyectos se están instalando en el desierto, con grandes plantas fotovoltaicas para abastecer a la industria minera y, a partir de octubre, también al Sistema Interconectado del Norte Grande (Sing). Ahora y tras 18 meses de investigación estudiando la radiación global horizontal que golpea en la superficie de todo el país, científicos de la Universidad de Chile confirmaron las sospechas: con una radiación solar estimada entre 7 y 7,5 kwh/m2, el Norte Grande de Chile es la zona del mundo que recibe mayor cantidad de radiación solar. Tanto así que se estima que con un área de 20 por 20 kilómetros de paneles fotovoltaicos instalados ahí, por ejemplo, se podría satisfacer la demanda de energía eléctrica de todo el país. Los datos obtenidos a partir de esta investigación permitieron diseñar un mapa solar de alta resolución al que se puede acceder de manera gratuita a través de internet (http://ernc.dgf.uchile/explorador/solar2). El trabajo, realizado por científicos de la Universidad de Chile por encargo del Ministerio de Energía, permitirá aprovechar el potencial solar de Chile para toda clase de proyectos, con aplicaciones que van desde la meteorología hasta la contaminación o el cambio climático. La investigación confirma que el futuro energético de Chile está en el aprovechamiento de esta clase de energía. Arriba quemando el sol Según explican los especialistas que desarrollaron este trabajo, una de las claves para determinar el potencial de radiación es la distribución del agua en la atmósfera. Por ejemplo en el área del Ecuador, donde la radiación solar cae de manera más vertical sobre la superficie terrestre, la disponibilidad es menor debido a que la humedad dispersa la radiación. Roberto Rondinelli, académico del Departamento de Geofísica, explica que tanto la latitud como la altura sobre el nivel del mar influyen en determinar el máximo de radiación solar: cuanto mayor es la altura, menor es la dispersión que experimenta la radiación en su camino a la superficie. Esto permite entender por qué el desierto presenta el potencial detectado. "Las mayores alturas se encuentran en la cordillera de la II Región, cerca del límite con Bolivia, por lo cual es ahí donde se esperaría encontrar los lugares con mayor radiación solar a esa latitud", explica Rondinelli. Sin embargo, agrega, la nubosidad, en particular la que se relaciona con el invierno altiplánico, determina que los niveles máximos de radiación se desplacen a zonas más bajas y alejadas de este fenómeno, como es el caso del desierto. Situación que se hace extensiva a gran parte del Norte Grande debido al bajo nivel de precipitaciones que se registran. Fue considerando todas estas variables que para diseñar el mapa de la energía solar en Chile se utilizó información combinada de diversas fuentes, incluyendo datos satelitales para identificar la cobertura y brillo de las nubes, así como también la distribución de agua y la temperatura en la atmósfera. Alejandra Molina, estudiante de magíster del Programa de Meteorología y Climatología de la U. de Chile que lideró este trabajo, explica que estos datos son fundamentales para generar proyectos de energía solar, ya que permiten conocer en detalle la cantidad de radiación disponible para ser aprovechada. El mapa incluye una sección de reportes, para descargar resúmenes con promedio de radiación mensual en PDF, incluyendo datos que abarcan desde 2005 a 2010. "Eso es fundamental para ver cómo varía la radiación en un área determinada a lo largo del tiempo", explica Molina. Contaminación y glaciares Además de la generación de proyectos de energía, esta herramienta se podrá utilizar en investigación para problemas como la contaminación ambiental. Roberto Rondinelli dice que los valores de radiación solar se cuentan entre las variables clave para entender la oscilación de la llamada "capa de mezcla atmosférica", que determina la escala vertical donde se distribuye la contaminación. En términos simples, a mayor radiación, mayor altura y más espacio para que la contaminación se distribuya. En invierno por ejemplo, cuando la radiación solar es menos intensa, esta se mantiene a niveles más bajos, explicando por qué en esta época del año se registran más episodios de emergencia ambiental. Otra aplicación científica es la medición del balance de nieve en glaciares y conocer a qué tasa se van a derretir según la radiación que reciben del sol, factor que cobra importancia debido a las fluctuaciones generadas por el cambio climático. La utilización de energía solar a nivel domiciliario es otra posibilidad. Al conocer la radiación que llega a la superficie en el área donde se habita, se puede determinar mejor la conveniencia de instalar paneles solares, revisando en detalle los ciclos anuales de radiación. Fuente/La Tercera |