Las municipalidades europeas se ponen a la cabeza de la conciencia medioambiental. Casi cien ciudades, entre ellas Berlín, Bonn, Londres y Helsinki, quieren comprometerse a reducir las emisiones de CO2 más de un 20% con respecto a los niveles de 1990. Con ello, superan en ambición ecológica a la Unión Europea, que se conforma con el 20%.
La intención es que el consiguiente "Pacto Climático", del que ya existe un primer borrador, se firme en 2009. Los ayuntamientos tendrán entonces que presentar regularmente informes y elaborar planes de acción con los que menguar la contaminación que sus comunidades emiten a la atmósfera. Quien no se atenga a las normas, será expulsado del Pacto.
En compensación a tanto esfuerzo, la UE pondrá a disposición de las ciudades subvenciones para fomentar el uso de aislantes térmicos y energías renovables. "Una ciudad no puede proteger el medio ambiente sola", dice Regina Kneiding, portavoz para temas medioambientales del parlamento regional de Berlín, "sólo así podemos aportar a largo plazo nuestro granito de arena".
Bildunterschrift: Berlín: una ciudad en constante renovación.
Alemania apostó por el 40%
La germana Federación para el Medio Ambiente y la Naturaleza, BUND por sus siglas en alemán, opina que el Pacto es insuficiente. El motivo: Alemania, como país industrializado y de mucha población, se ha comprometido a eliminar más gases contaminantes de los exigidos. En concreto, un 40%. "Las ciudades alemanas tienen que acogerse por lo tanto a ese 40%", critica Andreas Jarfe, director de BUND en Berlín.
Según datos del parlamento regional, Berlín ha reducido desde 1990 hasta hoy sus emisiones de CO2 en un 20 %. Sin embargo, las posibilidades de ahorro siguen siendo muchas, opina Jarfe. Por ejemplo, en la renovación de edificios. Para esta tarea, la ciudad ha contratado a empresas privadas que se preocupan en primer lugar por amortizar sus inversiones. En consecuencia, las calefacciones son reemplazadas pero las paredes no se aíslan. "En el saneamiento de inmuebles aún se pude hacer mucho", reconoce Kneiding.
La Alianza del Clima de las Ciudades Europeas reclama para Alemania un Pacto propio. "Lo que ha sucedido a nivel europeo tiene que acontecer a nivel nacional", comenta Ulrike Janssen, directora de la Alianza. A este grupo pertenecen unas 1.400 ciudades y pueblos de todo el continente y sus miembros quieren en 2030 contaminar la mitad.
En los edificios está la clave
Bildunterschrift: Großansicht des Bildes mit der Bildunterschrift: Edificios y energía: dos puntos clave para ahorrar CO2.Que las ciudades podrían ahorrar mucho más de lo que lo hacen se cree también en la Escuela Superior de Erfurt, en el centro de Alemania. "El saneamiento de los edificios es uno de los puntos principales", indica Guido Spor, de la Escuela Superior. "El simple aislamiento de los sótanos y las buardillas hace muchísimo".
También en el tráfico o haciendo uso de las energías renovables se evita mucho CO2. En Erfurt está en marcha desde el uno de febrero el proyecto "Protección del Medio Ambiente en los Municipios". El objetivo es que tres ciudades alemanas se conviertan hasta 2020 en ejemplo de una reducción drástica de la contaminación. Sobre si el 40% es una perspectiva realista, Spor muestra cierto escepticismo. "Eso es muy ambicioso", dice.