Ilustración: Karina Reyes

Ilustración: Karina Reyes

El ingreso de la mujer al mundo laboral y su relación con el rol de madre es uno de los fenómenos sociales del nuevo milenio. La Encuesta Nacional Bicentenario realizada por la empresa Adimark el año 2009, pone de manifiesto la caída de la tasa de fecundidad en Chile. El número de hijos de las mujeres mayores de 40 años se ha reducido a la mitad respecto al promedio de hijos que tenían sus madres. Este estudio, también demostró que prefieren atrasar su maternidad y que las razones económicas son las más importantes al momento de no tener más hijos.

Para Consuelo Araos, socióloga de la Universidad Católica, "existe una correlación entre la disminución en la tasa de natalidad y aumento en la tasa de participación laboral femenina". Pese a esto, agrega la socióloga, no está claro qué va primero: si la reducción en la tasa de natalidad permitió que la mujer ingrese al mercado laboral o al revés, que ésta se ha generado expectativas de desarrollar una carrera profesional y por eso ha decidido postergar su maternidad.

¿Cómo compatibiliza la mujer maternidad y trabajo?

"Hay minutos en los que es más importante ser madre, pero también uno tiene mucho que aportar a través del trabajo". Así sintetiza Ximena Ossandón, de 47 años y actual concejala de la comuna Lo Barnechea, madre de nueve hijos. Respecto a su rol laboral afirma haber optado primero por dedicarse a los niños; cuando éstos crecieron y la casa funcionaba por sí sola comenzó a trabajar. "El trabajo uno siempre lo va a poder ejercer, la maternidad no", afirma. Sin embargo, con su propia experiencia reconoce la importancia del trabajo para la mujer sintiéndose un aporte a la sociedad.

Cecilia Ramírez, de 28 años, casada y con una hija de un año, argumenta que el trabajo le permite tener su propio espacio, crear y sentirse realizada. Es periodista de la Universidad Católica y trabaja en la misma universidad jornada completa. Por esto, asegura que el tiempo debe ser bien distribuido entre la familia y la labor profesional, sólo así pueden ser compatibles. "Hay que saber separar, porque cuando vuelves del trabajo uno se tiene que proponer estar desconectada para dedicar tiempo a la familia y tratar de no pensar en la pega", dice. 

Para la psicóloga Pilar Sordo, una vida equilibrada de la mujer será posible en la medida que ella entienda el privilegio que es poder compatibilizar ambas cosas.  "La mujer debe aprovechar y gozar tanto en el trabajo como en la familia, no es sano para la conducta femenina dividirse en estos roles". Define como el gran desafío de la mujer contemporánea aprender a disfrutar de la maternidad y del trabajo, y no tener culpas asociadas a ninguna de las dos cosas.  

Una nueva arma para la mujer

Carolina Schmidt, la nueva ministra del Servicio Nacional de la Mujer, cuenta que el foco del Sernam en este gobierno apunta a la autonomía económica femenina. La posibilidad real de generar ingresos es el arma con la que la mujer se puede defender frente a todos los temas que la tocan, ya sea salud, educación o violencia familiar. "La mujer es el agente generador de la comunidad familiar, el gran núcleo social que mueve a la familia y a nuestra sociedad es ella", dice la ministra. Del mismo modo, asegura que es muy necesario entender que la mujer no está dispuesta a sacrificar a su familia en pos de un mejor ingreso. Sólo reconociendo esa preocupación prioritaria que tiene ella por su entorno directo se logrará incorporarla.

Algunas de las medidas que espera cumplir el Sernam para la incorporación de la mujer durante este gobierno son:

- Financiamiento de salas cunas, tanto donde trabajan hombres como mujeres.

- Flexibilizar permisos maternales y hacerlos más compartibles con los hombres.

- Medidas de conciliación familia y trabajo que permitan a hombres y mujeres una mejor compatibilización de familia y trabajo. Esta medida apunta a impulsar el teletrabajo (trabajo en casa), que está siendo inviable en Chile por la aplicación del Código Laboral.

- Flexibilización del post natal, de manera que pueda haber una lactancia más prolongada junto con un retorno anticipado al trabajo.

El desafío que tiene la mujer contemporánea que asigna una gran importancia y valor al rol que cumplen en sus familias es intentar compatibilizar este papel con un desarrollo profesional. Tal desafío sólo se hará posible en la medida en que sus empleadores les faciliten la tarea de ser madres, a la vez que trabajan, con horarios flexibles y diferentes incentivos.