Científicos advierten que los glaciares y el hielo marino en el Ártico están derritiéndose rápidamente como consecuencia del cambio climático. Cada tres días se derrite una superficie de hielo equivalente al territorio de Alemania. "Estamos enfrentando una situación muy seria. Hay un consenso entre los científicos de todo el mundo que se refleja en los reportes del IPCC (Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático), que ganó el Nobel de la Paz hace dos años, si no adoptamos medidas para reducir la emisión de gases efecto invernadero enfrentaremos condiciones sin precedentes en el planeta que harán difícil la superviviencia humana", afirma Duncan Marsh, de la organización The Nature Conservancy, en conversación con DW-WORLD.
Los glaciares se están derritiendo, estamos viendo un aumento de las tormentas tropicales y de los niveles de los mares, y en los patrones de precipitación de lluvias. Todo esto está afectando a la gente en todo el mundo, pero los más afectados son los pobres", advierte.
Duncan Marsh, es uno de los 2000 delegados que han llegado a Bonn a una reunión preparatoria de la Cumbre de Copenhague, que tendrá lugar en diciembre próximo, que pactará un acuerdo que suceda al Protocolo de Kyoto. En Bonn comienza la recta final en las negociaciones del clima. Hay muchas cuestiones abiertas sobre las que no se esperan acuerdos concretos. Esto vale tanto para el compromiso de los países en las reducciones de gases efecto invernadero hasta el 2020, como para la ayuda financiera a países pobres.
Bildunterschrift: El hielo polar se está derritiendo.
Los países pobres, los más afectados
Marsh afirma que los países que menos recursos tienen para lidiar con los efectos del cambio climático son los que se ven más afectados. "Bangladesh por ejemplo, podría perder buena parte de su territorio como resultado del incremento del nivel de los mares. Muchas islas estado están amenazadas con desaparecer", subraya.
La organización conservación de la naturaleza (The Nature Conservancy) es parte de un grupo de empresas y organizaciones no gubernamentales estadounidenses que incluyen a las 26 empresas más importantes de Estados Unidos y a las 5 ONG más influyentes. El grupo pide al gobierno estadounidense un mayor compromiso y papel de liderazgo mundial. "Buscamos que Estados Unidos reduzca sus emisiones en un 7 por ciento menos de los niveles de 1990 para el año 2020", dice el experto. Otras organizaciones estadounidenses piden objetivos más drásticos: una reducción de entre 20 y 30 por ciento por debajo de los niveles de 1990 para el 2020, pero más difícil es que obtengan apoyo.
"Es difícil saber lo que va a pasar. La delegación estadounidense dejó en claro que su posición en las negociaciones está determinada por la situación política doméstica y ahora el Congreso estadounidense está debatiendo sobre una nueva legislación", dice Marsh. "Uno de los errores que cometió Estados Unidos (era Clinton) en las negociaciones de Kyoto hace 12 años es que la delegación pactó sin consultar al Congreso. Como resultado, cuando Washington debía ratificarlo, no lo hizo y el presidente Bush sacó al país del protocolo", recuerda el experto y añade que la actual delegación no quiere cometer ese error, y quiere llegar a las negociaciones a sabiendas de que tiene el apoyo del Congreso detrás. "Pero ése es el desafío, porque no todo el Congreso quiere tomar una fuerte acción como lo quiere Obama", explica.
Bildunterschrift: Großansicht des Bildes mit der Bildunterschrift: Vista aérea de uno de los ríos que fluyen en el Amazonas.
Considerar a países en desarrollo
El experto destaca que es importante que la nueva legislación comprenda cuestiones clave que tienen que ver con países en desarrollo. "Sobre todo que contemple otorgar apoyos para detener la deforestación tropical, que contribuye en un 20 por ciento a las emisiones de gases efecto invernadero", destaca.
Los países latinoamericanos han encontrado su propia identidad en las negociaciones. "Eso es muy prometedor porque hay mucho pensamiento creativo. Hay una conciencia muy clara de cuál será el impacto del cambio climático en la región, donde se encuentra el Amazonas, uno de los pulmones más importantes del planeta, y donde se enfrentan graves problemas como la deforestación", señala.
El experto elogia las propuestas de algunos países. "México ha hecho propuestas muy interesantes de financiamiento, que están recibiendo el apoyo de otros países. También lo han hecho Costa Rica, Colombia y Brasil, éste último, un país que está haciendo muchos avances con soluciones para reducir la deforestación del Amazonas en un 70 por ciento hacia el 2017".
Expertos como Marsh están tratando de construir un camino sobre la base de compromisos anunciados por países en desarrollo en América Latina y otras partes del mundo y hacerlos coincidir con los de países desarrollados.
Autora: Eva Usi
Editor: José Ospina Valencia