España se mira en Dinamarca y Alemania
La organización Forética ha elaborado un informe sobre los Planes nacionales de RSE de varios gobiernos europeos. El pasado octubre, dentro de su Estrategia de la UE sobre responsabilidad social de las empresas hasta 2014, la Comisión Europea invitaba a los Estados miembros a elaborar o actualizar para mediados de 2012 sus planes para promover la sostenibilidad dentro de la Estrategia Europa 2020.
El objetivo de Forética es que las estrategias europeas ya desplegadas por otros países en esta materia, junto a la experiencia española de los últimos años (reflejada en iniciativas como el Consejo Estatal de RSE de 2008 o la Ley de Economía Sostenible de 2011), sirvan de inspiración al Gobierno español para desarrollar el Plan Nacional.
Para ello, el estudio recoge 25 ejemplos de buenas prácticas, implementadas fundamentalmente en los Planes de Acción de Alemania, Dinamarca, Holanda y Suecia, aunque recoge también actuaciones de Noruega, Reino Unido y Gales. Las medidas se reparten en siete áreas, incluidas en la estrategia comunitaria, destacando en cada una de ellas una gran idea.
En el área de transparencia y reporting, esa gran idea corresponde a Dinamarca. El Parlamento danés aprobó en 2008 que las 1.100 mayores empresas del país debían incluir información sobre sus políticas, actuaciones y resultados en materia de RSE en los informes anuales. El 97% de los grupos daneses cumplieron con el requisito de informar. De sus datos se extrajo que el 69% tenía una política de RSE, el 60% acciones concretas y el 37% informaron de los resultados. Holanda y Suecia también exigen a sus empresas informar de RSE.
Dinamarca es uno de los países analizados que aporta mayor número de ejemplos en el estudio, junto a Alemania. El país nórdico no sólo favorece la RSE vinculada a la innovación en las pymes, también realiza acciones de promoción en empresas e inversores para que desarrollen sus compromisos con la RSE relacionados con el negocio, acuñando el término business-driven social responsability. Este significa que las compañías consideran los retos sociales y ambientales como algo que impacta en sus operaciones.
Sello Made in Germany
En esta identificación de RSE y competitividad como factor de construcción de la empresa, la gran idea procede de Alemania, que considera que la RSE beneficia a la sociedad y es rentable para las empresas que la practican. Junto a un programa de coaching para pymes o un fondo de microcréditos para emprendedores sociales, habla del desarrollo de un plan para vincular la idea CSR-Made in Germany con la calidad de producto y sentido de la responsabilidad de la industria germana.
Alemania también menciona la formación de la RSE en la enseñanza secundaria y la universidad, y ha puesto en marcha distintas iniciativas en el ámbito de la coordinación interna y dimensión internacional de la responsabilidad social. En este campo, el Gobierno sueco ha nombrado un Embajador de la RSE para promoverla en las misiones comerciales y relaciones internacionales. Su embajada en China, por ejemplo, cuenta con un centro de promoción de la RSE.
El ejemplo de inversión socialmente responsable (ISR) es Noruega. Su fondo estatal de pensiones, el mayor del mundo, tiene una estricta política de inversión ética. El Gobierno emite todos los años un informe que incluye la lista de empresas y deuda pública de los países en los que invierte y la posición que adopta el fondo en las votaciones de las juntas de accionistas. A través de un mapa interactivo, es posible conocer las compañías y países en los que invierte.
Mientras países como Alemania, Dinamarca o Reino Unido dan pasos en informar al consumidor sobre las actividades responsables de las empresas y sus productos, uno de los principales puntos a abordar son las compras públicas y la cadena de valor.
Compras públicas sostenibles
En esta línea, el estudio de Forética destaca las actuaciones de Alemania, Dinamarca, Suecia y Gales, que estableció en 2008 un sistema de valoración basado en criterios sostenibles para ayudar a los organismos públicos a evaluar licitaciones y contratos. Pero el gran ejemplo es Holanda que hace dos años estableció que todos los procesos de contratación pública se regirán por criterios sociales y ambientales en 2015. El Gobierno ha publicado guías con las especificaciones de productos y servicios y un manual de compras sostenibles.
Forética también incorpora en su estudio ocho sugerencias o recomendaciones a incorporar en el futuro Plan español de RSE. Entre ellas figuran el fomentar la responsabilidad vinculada al crecimiento y la competitividad (siguiendo los ejemplos de Alemania o Dinamarca), impulsar la transparencia de aspectos sociales, ambientales o de buen gobierno, promover la RSE en las Administraciones y empresas públicas o la ISR. Se suman incrementar el conocimiento de la RSE en empresas y ciudadanos, mejorar la reputación de España y sus organizaciones y establecer mecanismo de coordinación de las políticas RSE de los ministerios con las de las comunidades y la sociedad.
Para Germán Granda, director general del Forética y responsable del estudio junto a Tomas Sercovich, "un plan de acción de RSE en España supone la oportunidad de capitalizar sobre los avances logrados y fijar nuevos objetivos que respondan a las necesidades de un mundo glolizado en el siglo XXI; un mundo con desafíos en la creación de empleo, retos ligados al cambio climático y la escasez de recursos o una sociedad envejecida".
Saludos
Rodrigo González Fernández
Diplomado en "Responsabilidad Social Empresarial" de la ONU
Diplomado en "Gestión del Conocimiento" de la ONU
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