martes, 24 de julio de 2007

Todos pueden echarle una mano al planeta

Todos pueden echarle una mano al planeta

Para crear conciencia entre el público, el proyecto Sensorama recrea táctilmente el deterioro ecológico; se presenta en el jardín Hidalgo de Coyoacán
Todos pueden echarle una mano al planetaTodos pueden echarle una mano al planeta
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  • Jornada cultural  2007-07-23
  • Ricardo Cerón
    El Universal
    Lunes 23 de julio de 2007

    Si pudiera tomar el planeta con sus manos, seguramente sentiría la humedad del mar, lo fresco del viento y la áspera textura de sus árboles y suelos, pero al mismo tiempo calor, tal vez demasiado, sobre todo si el planeta sufre de un cambio climático.

    Mientras sus manos perciben ese ardor, sus ojos ven cómo se derriten los hielos polares y la sequía se extiende por diversas partes del planeta, en tanto, sus oídos se dan cuenta de cómo el sonido de los ríos enmudece al secarse.

    Esas son parte de las sensaciones que podrá experimentar a través de las sensocápsulas climáticas, creadas por el grupo Sensorama, a solicitud de Greenpeace, con el fin de concienciar y sensibilizar a la población acerca del problema del calentamiento global que sufre el planeta.

    "Queremos proporcionar a la gente no sólo información del calentamiento global, sino que experimente a nivel sensorial lo que le está pasando a la Tierra con el cambio climático y cómo cada uno puede participar para aminorar lo que está sucediendo", comenta Héctor Fernández, director general y creador de Sensorama.

    Para ello se construyeron dos cápsulas portátiles en forma de semilla de calabaza, hechas de madera y recubierta con laminas de policarbonato, en cuyo interior hay dos cabinas, la primera para el visitante y la segunda para el operador.

    Al ingresar, el visitante se encuentra con unos audífonos que deberá colocarse, para después acercarse lo más posible a un monitor que se encuentra a la altura de sus ojos. Unos 20 centímetros abajo hallará dos orificios por los que deberá introducir las manos.

    Una vez cumplidos esos requisitos, el video comienza a correr y sus ojos observan la belleza del planeta, pero al mismo tiempo su fragilidad, mientras sus manos sienten una brisa húmeda y sus oídos escuchan el correr del agua en los ríos.

    De pronto las imágenes cambian, ahora se puede ver la gran tala de árboles en diversas partes del mundo, las fuertes emisiones de gases efecto invernadero y el deshielo de los polos.

    En ese momento sus manos empiezan a sentir un planeta que se calienta cada vez más hasta el punto de querer dejarlo, pues las sensaciones agradables desaparecen de pronto.

    "La propuesta es imaginar que sus manos son el planeta, entonces varias cosas les van a pasar cuando se enfrenten al calentamiento global, por lo que no sólo le damos información, sino algo vivencial", señala Fernández.

    El objetivo es que la persona no se alarme por los pronósticos que se dan por el cambio climático que enfrenta el planeta, sino que aprenda a amar a este mundo y, por ende, a cuidarlo.

    A veces la gente no se da cuenta de los cambios que le pasan al planeta, comenta el creador de Sensorama, por eso se quiere, a través de la sensibilidad, transmitir un concepto.

    Las dos cápsulas que comenzaron sus exhibiciones el pasado 14 de julio en el jardín Hidalgo, de Coyoacán, continuarán presentándose en diversos parques, centros comerciales, quioscos y edificios de gobierno en la ciudad de México.

    Con esta cápsula, Sensorama se sumará a la sensibilización colectiva promovida por Live Earth sobre el gran desastre ecológico que estamos sufriendo en todo el mundo y a los siete conciertos simultáneos de que se realizarán alrededor de todo el planeta, y es una de las actividades especiales que sólo se podrán ver en el país.

    El concepto de cápsulas sensoriales portátiles surgió hace siete años, cuando a petición de un museo instalaron una en plaza Loreto, con el fin de mostrar de manera diferente algunas piezas de arte.

    "En ese tiempo se fabricó una cápsula mediante la cual se generaba una percepción sensorial de un cuadro. Por ejemplo, imagínese que la pintura era de un paisaje de Xochimilco, entonces comenzaba a sentir primero una trajinera en las manos, luego agua, y así viajaba por todo el cuadro. Luego de esa experiencia se invitó a la gente a ver el resto de las pinturas en el museo y llegaban a verlos de otra manera, con todos los sentidos."

    A la par de las sensocápsulas climáticas, Sensorama ofrece el taller "Cuatro elementos y cantos indígenas", en el cual además de sentir la tierra, agua, aire y viento, se aborda al final el tema de calentamiento global.

    Para mayor información sobre las cápsulas y actividades de Sensorama visitar www.sensorama.com.mx.

    Saludos
    Rodrigo González Fernádez
    Renato Sánchez 3586 of. 10
    Telefono: 2084334- 5839786
    santiago-Chile
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