jueves, 6 de mayo de 2010

Empleos verdes, trabajo decente y economía sostenible

Empleos verdes, trabajo decente y economía sostenible

Los "empleos verdes" se han convertido en una especie de emblema de una economía y sociedad más sostenible, capaz de conservar el medio ambiente para las generaciones presentes y futuras, más equitativa y abierta a todas las personas y a todos los países. Los empleos verdes permiten concebir la esperanza de que la humanidad podrá hacer frente a dos de los desafíos determinantes del siglo XXI: evitar un cambio climático peligroso y potencialmente inmanejable y proteger el medio ambiente natural que sustenta la vida en la Tierra; y ofrecer, a medida que la población mundial continúa aumentando mientras que más de mil millones de personas se ven excluidas del desarrollo económico y social, trabajo decente y una perspectiva de bienestar y dignidad para todos.

Enviado por: ECOticias.com / Red / Agencias, 01/05/2010, 12:22 h | (279) veces leída

Informe "Empleos Verdes: hacia el trabajo decente en un mundo sostenible y con bajas emisiones de carbono" PNUMA/OIT/CSI/OIE 2009

Con la quiebra de Lehman Brothers, el cuarto banco de inversión de Estados Unidos, en septiembre de 2008, se desata una de las mayores crisis financieras de la historia contemporánea. Unos meses después, en marzo de 2009, Naciones Unidas lanza su iniciativa de Global Green New Deal o Nuevo Acuerdo Verde Global(1) para hacer frente a la crisis financiera y económica que se extiende ya por todo el mundo, destruyendo decenas de millones de empleos(2) . La propuesta, que se gesta a iniciativa del Programa de Medio Ambiente de Naciones Unidas, cuenta con el respaldo de las demás agencias internacionales y encuentra en el secretario general, Ban Ki Moon, su principal propagandista. La propuesta parte de una caracterización de la situación como "escenario de crisis múltiples" simbolizados en las tres "efes" –financial, food and fuel– que vienen a expresar la conexión entre las crisis financiera, económica, alimentaria, energética, climática y ambiental.
La expresión "Nuevo Acuerdo" rememora el famoso New Deal que Franklin D Roosvelt puso en marcha para reactivar la economía tras la crisis de 1929. Green Economy o "Economía Verde" incorpora los cambios que se corresponden con los desafíos de nuestro tiempo, 80 años después. Si entonces, el programa emprendido Roosvelt tenía por objetivo reactivar la economía, el consumo y el crecimiento económico a través de una serie de medidas monetarias, crediticias y de gasto público –que llegó a crecer un 80% en tres años–ahora se trataría también de emprender reformas financieras y activar el gasto público, pero con una orientación más selectiva dirigida a generar no sólo una nueva economía sino un nuevo modelo productivo económica, social y ambientalmente más justo y más sostenible,
Los objetivos de la propuesta son tres: primero, contribuir significativamente a la reactivación de la economía mundial, a la conservación y creación de empleos, y a la protección de los grupos vulnerables; segundo, promover el crecimiento sostenible e incluyente y el logro de los Objetivos de Desarrollo del Milenio, especialmente el de acabar con la pobreza extrema para el 2015; y tercero, reducir la dependencia del carbono y la degradación de ecosistemas, que son riesgos clave en el camino hacia una economía mundial sostenible.

Su mensaje principal es que, dado que "el mercado no regulado no puede resucitarse a sí mismo de un fracaso de proporciones históricas sin intervenciones significativas y coordinadas de los gobiernos"(3), para hacer frente a la crisis financiera, el desempleo y el cambio climático se necesitan inversiones públicas que favorezcan un nuevo acuerdo, esta vez global y de carácter verde, que reoriente la actividad económica hacia la economía verde o sostenible, que creará millones de nuevos empleos en todo el mundo.

Para Ban Ki Moon "en un momento en que el desempleo está creciendo en muchos países, necesitamos nuevos empleos. En un momento en que la pobreza amenaza con afectar a cientos de millones de personas, especialmente en las partes menos desarrolladas del mundo, necesitamos una promesa de prosperidad; esta posibilidad está al alcance de nuestra mano. Los gobiernos tienen un papel importante que desempeñar. Con las políticas correctas y un marco global, podemos generar crecimiento económico y encaminarlo para conseguir niveles más bajos de carbono. Administrados como corresponde, nuestros esfuerzos para hacer frente a la crisis financiera pueden reforzar nuestra lucha por combatir el cambio climático. En la crisis de hoy reside la oportunidad de mañana, una oportunidad económica, medida en empleos y crecimiento. La mayoría de los jefes ejecutivos globales lo saben".(4)

Si hubiera que destacar algunos sectores significativos en las inversiones contempladas en la propuesta, éstos serían el agua y la agricultura, el transporte, la edificación y la energía sostenibles.
Respecto al agua y la agricultura, tras recordar que, con más de mil millones de trabajadores, la agricultura sigue siendo el sector más grande del mundo en cuanto a generación de empleo, que también es el sector en el que se concentran la mayoría de los pobres del mundo y que la agricultura irrigada utiliza entre el 70 y el 80 por ciento de las reservas globales de agua dulce, recomienda que "los gobiernos, en su gasto fiscal, creen igualdad de condiciones para la producción agrícola sostenible, incluyendo los productos orgánicos, mediante una aumentada inversión en infraestructura para la producción de insumos para la agricultura orgánica, en la creación en la fuente de valor agregado, y en almacenamiento y transporte"(5).
En lo que se refiere al transporte, recomienda "que los gobiernos usen una mayor parte de los paquetes de incentivos para desarrollar modalidades e infraestructuras de transporte energéticamente más eficientes y menos contaminantes, mejorar el transporte público e impulsar el uso de vehículos más ecológicos"(6) .

En cuanto a la edificación y la energía, la eficiencia energética y el desarrollo de las energías renovables aparecen siempre como vectores clave: "hay suficientes análisis y evidencias para demostrar que los 'sectores verdes' tales como la rehabilitación de edificios y la energía renovable tiene posibilidades de liderar la recuperación económica y de abordar las principales crisis ambientales con mayores rendimientos sobre el capital que un desarrollo "antiecológico" o un "derroche de dinero". Los importantes niveles de empleo generado por cada billón de dólares invertidos también superan los beneficios de los incentivos fiscales". Más concretamente el informe "recomienda que los gobiernos de los países desarrollados ayuden a financiar proyectos continuos de energía limpia, inviertan en "redes inteligentes" y expandan sus inversiones al campo de la infraestructura de fuentes de energía renovable (y que) los gobiernos de países en vías de desarrollo apoyen el escalamiento y la difusión de tecnologías de pequeña escala fuera de la red"(7).

Llevar a cabo todas estas recomendaciones tendría como resultado la creación de decenas de millones de nuevos empleos.

FUENTE:
Saludos,
 
RODRIGO  GONZALEZ  FERNANDEZ
DIPLOMADO EN RSE DE LA ONU
DIPLOMADO EN GESTION DEL CONOCIMIMIENTO DE ONU
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