miércoles, 2 de septiembre de 2009

Entrevista a Richard Branson, el sir del espacio

Entrevista a Richard Branson, el sir del espacio

A finales de año será capaz de enviar turistas al espacio. Pero ése es un reto 'menor'. La gran odisea del creador del polifacético imperio Virgin es luchar contra el calentamiento global. Cueste lo que cueste...

A los 20 años fundó Virgin, después se lanzó al mercado de los aviones, y al de los teléfonos móviles… Y ahora, a sus 58 años,Richard Branson (Shamley Green, Surrey, Inglaterra, 1950) se enfrenta a dos retos mastodónticos. Uno, contribuir a la lucha contra el calentamiento global. El otro, ser la primera 'agencia turística espacial' con el proyecto de Virgin Galactic, que este año entra en su recta final.

¿Por qué crees que ahora es el momento en el que las cuestiones medioambientales se han vuelto tan importantes cuando llevamos décadas rodeados por las señales de alarma? 
Buena pregunta. Hace unos años leí un libro titulado El ecologista escéptico, y me llevó por el camino equivocado. En realidad, sólo hace un par de años que he empezado a conocer a científicos, lo que me ha ayudado a darme cuenta de lo equivocado que se puede llegar a estar, de las equivocaciones tan importantes que podemos cometer. 

¿En qué sentido habías seguido el camino equivocado? 
Cuando leí libros como ése creí durante un tiempo que este problema no estaba causado por el hombre. O que, aunque fuese culpa del hombre, no iba a suponer un gran problema. EnEl ecologista escéptico se dice, básicamente, que estamos ralentizando el paso con el que nos acercamos a otra Edad de Hielo. Pero, de todos modos, ya me he dado cuenta de que hemos experimentado 50 años de calentamiento global, de que hemos tenido 50 años donde los niveles de CO2 han crecido de forma increíble. Y de que tenemos que hacer algo. 

¿Al Gore debería haber hecho algo cuando fue vicepresidente? 
La verdad es que no sigo demasiado la política estadounidense. Creo que intentaron sacar adelante el Tratado de Kyoto. Y también tuvieron que tener la esperanza de que nada de esto llegase a suceder jamás. Estoy seguro de que si le preguntan probablemente admitiría que debería haber hecho más, pero el caso es que ahora está haciendo un trabajo magnífico, y es posible que su película haya conseguido motivar más a la gente que ninguna otra cosa. 

¿Qué les dirías a los críticos que opinan que hay mucha gente que se está aprovechando de este tema tan candente? 
Si miramos todos los informes científicos que se han publicado en los últimos tres años, no creo que quede ningún científico razonable que dude de la existencia del calentamiento global. Lo que sí es preocupante es que todavía se publican artículos en los que se dice que quedan escépticos. Pero los escépticos son, en todos los casos, las compañías petroleras y de carbón. No hay nadie razonable que tenga dudas. Como dueño de una aerolínea, me encantaría que el problema simplemente desapareciese (risas). Me gustaría poder decir que no existe, y si no existiese no tendría que sentirme culpable, y no tendría que invertir un montón de dinero en una industria en la que hay grandes riesgos. Si vamos a invertir 3.000 millones de dólares en una industria de combustible ecológico, y si se desploman las compañías de combustible convencional, va a costarnos mucho dinero. Pero es algo que creo que hay que hacer. Es lo correcto. Incluso si no estuviéramos seguros al 100% de que el calentamiento global esté teniendo lugar, aunque sólo hubiese un 20% de posibilidades de que fuese a suceder, si al final va a ser lo que acabe con el planeta, aún así estaríamos tomando precauciones. El gran problema que tenemos con el CO2 es que la gente no puede verlo. Si pudiésemos verlo, todo el mundo estaría haciendo todo lo necesario para frenarlo. En cuanto a la pregunta sobre si la gente se aprovecha de la situación, creo que, como el CO2 es invisible, a mucha gente no se la puede concienciar para que actúe. 

Si no pueden verlo, no es real... 
Ése es el verdadero problema. El agujero de la capa de ozono se podía ver, y James Lovelock descubrió la causa y cómo podría taparse el agujero. Y consiguió que la comunidad global se uniese para luchar contra el problema. Trabajaron juntos, y se tapó el agujero, evitando que millones de personas mueran de cáncer. El problema con el CO2 es que sabemos que está ahí, y que está aumentando, aunque no podamos verlo. De modo que la única forma de conseguir que la gente actúe es que se nos ocurran ideas con las que la gente pueda ganar dinero, cosas que les vayan a beneficiar. Ésta es la manera más efectiva de conseguir que la gente se mueva. Recientemente, la industria aérea presentó unos planes para reducir sus emisiones de CO2. Virgin Atlantic reveló un proyecto que podría reducir en un 25% las emisiones de CO2 en los próximos años. Básicamente, dijimos que, si fuese posible arrastrar todos los aviones hasta el principio de la pista de aterrizaje con unos pequeños remolques que no emitan CO2, y que cuando aterricen los aviones apaguen los motores, y que los arrastren de vuelta a sus puestos, en un aeropuerto como el JFK de Nueva York, se ahorrarían casi dos toneladas por viaje.

¿Crees que es realista arrastrar los aviones desde la pista de aterrizaje? Los retrasos se incrementarían y ya hay bastantes de por sí. 
Cuando lo anuncié, The New York Times publicó un editorial muy potente, en apoyo a nuestro anuncio. Y creo que vamos a conseguir algo. Creo que podemos lograr hacer que ocurra. También anunciamos otras muchas cosas, relacionadas, por ejemplo, con el control del tráfico aéreo en Europa. El 15% del combustible se pierde por culpa de la falta de eficiencia que implica tener 35 compañías de control aéreo diferentes, sin que se coordinen las unas con las otras. 

Uno de tus proyectos es montar refinerías. ¿En qué consiste? 
Ya estamos montando siete plantas de etanol en California, y vamos a montar muchas más en el resto de EEUU. También queremos desarrollar otros tipos de combustible, por ejemplo elcellulosic, que aprovecha los desechos de los campos. Y la hierba, en lugar del maíz, que podría dar lugar a un combustible verdaderamente limpio. 

Hablemos de Virgin Galactic. Parece que sólo las celebridades y otros personajes VIP están apuntándose... 
No, de hecho, hay todo tipo de gente. Tenemos desde abuelas de 89 años hasta Sam, mi hijo, que sólo tiene 21. Así que hay una gama muy amplia de gente. La primera nave, Spaceship 2, saldrá del hangar en 10 meses. La Mothership Eve saldrá también en 10 meses. Después tendremos otros 10 meses de vuelos de prueba antes de llevar a cabo vuelos con pasajeros. Mis padres, mis hijos y yo iremos en el primer vuelo. 

Cada vuelo cuesta 200.000 dólares. ¿Cómo llegaste a esa cantidad? 
Bueno, hemos calculado los costes de la creación de todo el programa. Tenemos que recuperar el dinero. Es decir, si uno quiere ir al espacio, cualquier otro sistema costaría 20 millones de dólares, y hemos conseguido una gran aceptación con los billetes a 200.000 dólares. De momento, los 200.000 dólares amortizarán los enormes costes de montar una empresa aeroespacial. 

¿A qué precio te gustaría que llegasen los billetes? 
(Risas). Bueno, no voy a entrar en eso, porque si menciono una cantidad, nadie querrá pagar. En cinco o diez años, creo que habremos rebajado los billetes al 50%, y, con el tiempo, bajarán más todavía. 

En el libro que acabas de publicar, Hagámoslo (Arcopress), hablas de tus experiencias y de cómo te han ayudado en tu vida personal y profesional. ¿Podrías darnos un ejemplo de superación? (Piensa). Bueno, perdimos a nuestra primera hija. Murió una semana después de nacer. Fue especialmente difícil para la madre, pero no es fácil para el padre tampoco. Nos dimos cuenta de que lo más importante era que mi mujer se quedase embarazada poco después. Y tuvimos mucha suerte, porque cuando nació Holly conseguimos recuperarnos casi del todo. Pero en general, mi forma de superar los problemas y las decepciones es rodearme de personas fantásticas. En Virgin todos son grandes amigos. E intentamos ver lo mejor que tenemos los unos y los otros. Me encanta elogiar a la gente, porque creo que todos florecemos con los halagos. Y si algo sale mal, siempre que hayan trabajado para evitarlo, creo que se me da bastante bien olvidarlo y pasar de forma positiva al siguiente proyecto. 

Hablemos de tu perspectiva respecto a la industria musical. A Virgin se le criticó por estar involucrada en muchas empresas. Pero ahora tu idea de diversificar te habrá hecho quedar de maravilla…
Hablando en términos generales, lo que la gente quiere saber sobre Virgin es cómo una empresa puede pasar de las discográficas a las aerolíneas, y de allí a los teléfonos móviles, a los trenes y al combustible ecológico. Y nos han demonizado mucho en los medios. Fíjate en todas las empresas que hay en el mundo. Microsoft se especializa en la informática. Apple se especializa en los iPods, o en lo que sea. Pero al no ser una marca de un sólo producto, primero, lo pasamos mejor, y, segundo, hemos aprendido mucho más. Y cuando alguien viene y ataca nuestras industrias, estamos más preparados. Todavía tenemos las tiendas Virgin. Cuando salió el iPod y amenazó esa industria, el Virgin Group al completo no se vio afectado, porque habíamos diversificado nuestra actividad. Hemos desplegado nuestras alas, y eso ha sido lo que nos ha salvado, básicamente. Mi línea de pensamiento es que, si la gente está gastando mucho más dinero en comprarse teléfonos móviles que en música, no importa, porque nosotros estamos en la industria de los móviles. Al final nos saldrán las cuentas. Así que no pienso que la diversificación fuese un error. Y, sin duda, salvó a la empresa en bastantes ocasiones. 

Tienes título de 'Sir', pero ¿alguna vez lo usas para ir a sitios o es más por motivos estéticos? 
Nunca lo he usado. Todo el mundo me llama Richard. La única vez que lo he oído usar ha sido en Estados Unidos. A los americanos les gusta bastante lo de 'Sir Richard'. Alguna vez he estado en un restaurante y alguien ha dicho 'Sir Richard' y he pensado que había una obra de Shakespeare o algo así (risas).

Has reconocido abiertamente haber fumado cannabis, y que te plantearías venderlo en las Virgin Stores si estuviese legalizado. ¿Se te ha ocurrido abrir un coffee-shop piloto en Ámsterdam? 
(Risas). Eh, la verdad es que no. Creo que, si los políticos tuviesen más coraje, la manera de lidiar con el problema de la droga es plantearse despenalizarla directamente. Y en todas las ciudades debería haber un lugar al que la gente pueda ir si quiere tomar drogas, si es que tienen ese problema, y que se las den gratis. Y haya gente que pueda ayudarles a dejar las drogas, en lugar de lo que tenemos ahora mismo. La mayoría de las fuerzas policiales están ocupadas con temas relacionados con las drogas, la mayoría de las prisiones están centradas en temas relacionados con las drogas y la mayoría del crimen tiene su origen en que la gente no puede conseguir droga. Hay muchas cosas peligrosas en la vida. Es decir, beber demasiado alcohol es peligroso. Fumar es extremadamente peligroso. Conducir en el lado equivocado de la carretera es extremadamente peligroso. Así que creo que no hemos sabido solucionar el problema de las drogas. Necesitamos enfrentarnos a ello de forma más humana. Por ejemplo, Boy George tenía un problema de drogas, pero conseguí que encontrase ayuda y poco a poco lo dejó. Y al poco tiempo van y lo arrestan, primero la prensa y después la policía, que fue a por él por culpa de la prensa. Y esto no va a ayudar a nadie, ni le va a ayudar a él. Las cosas deberían hacerse de otra forma. 

Tienes una gran presencia mediática, pero nunca nos enteramos de tus extravagancias… 
Bueno, obviamente es muy importante tener las cosas en orden si se está haciendo campaña por algo. En estos momentos, tenemos una pequeña isla en el Caribe (Necker Island) y estoy intentando que se convierta en el lugar más ecológico del mundo. Estamos construyendo molinos de viento, y sistemas de almacenamiento de hidrógeno, para que, cuando haya demasiado viento, podamos almacenarlo. Vamos a reducir drásticamente nuestras emisiones de CO2. Con un poco de suerte, en seis meses podremos usar lo que estamos haciendo en Necker Island como ejemplo para el resto del Caribe. Por ejemplo, yo conduzco un Saab Bio-entanol que funciona con un 85% de etanol; procuro utilizar el aire acondicionado lo menos posible; usamos bombillas de bajo consumo; si hiervo agua, me aseguro de calentar sólo la cantidad necesaria para mi taza de té y la de mi amigo; siempre apagamos todas las luces antes de acostarnos.... Ahora que me doy cuenta del problema que tenemos… 

Realmente pareces una persona muy normal. ¿Hay algo por lo que te gustaría que te recordasen cuando ya no estés? 
(Suspira) Bueno, tengo dos hijos estupendos. Siempre he querido tener una familia que funcionase bien. No sé, he sido buen padre, buen marido. Me gustaría que a mi empresa se la reconociese como la marca más respetada del mundo. Y me gustaría poder ver que se solventa el problema del calentamiento global. Sería fantástico que mucha gente se uniese para evitar una crisis, y me gustaría contribuir a ello. Ayudar a solucionar ese problema me enorgullecería mucho. Pero el tiempo dirá.

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Saludos
Rodrigo González Fernández
Diplomado en "Responsabilidad Social Empresarial" de la ONU
Diplomado en "Gestión del Conocimiento" de la ONU

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